Esta enfermedad infecciosa, que sin tratamiento adecuado puede
llegar a ser mortal, es provocada por el microbio "mycobacterium
tuberculosis" o bacilo de Koch, y afecta comúnmente a los pulmones, pero
además puede afectar al sistema linfático y al sistema nervioso central entre
otros, y además puede afectar a las articulaciones y huesos. También es
conocida por su abreviación TB, de "Tubérculo bacilo".
Las causas de la tuberculosis
tienen todas relación con su característica infecciosa; o sea el microbio presente
en los pulmones de una persona afectada se transmite a través de las partículas
expelidas al toser. Eso si, solamente aquellos que tengan contactos prolongados
y frecuentes con un infectado tendrán una mayor probabilidad de contraer la
infección, y la transmisión de la enfermedad solo es posible en casos de
tuberculosis activa y no latente.
Parece increíble, pero alrededor de un tercio de la población
mundial tiene en su cuerpo a esta bacteria; lo que ocurre es que no todas las
personas infectadas desarrollan la enfermedad y en la mayoría solo permanece
latente. La mayoría de los casos mortales ocurren en países en vía de
desarrollo, y los casos de tuberculosis que se dan en los países desarrollados
responden en su mayoría a fallas en el sistema inmunológico debidas al abuso de
drogas y otras substancias, y también a la presencia del SIDA.
Los síntomas de la tuberculosis
más típicos, cuando ataca a los pulmones, consisten en tos recurrente con una
duración de varias semanas e incluso acompañada de sangre, y dolor en el pecho.
Otros síntomas son la fiebre, transpiración, pérdida del apetito y por
consiguiente de peso, y fatiga.
Para diagnosticar la tuberculosis
se utilizan radiografías de pecho o Tórax, cultivos de muestras biológicas y un
test cutáneo especifico llamado "test de Mantoux", de tal manera de
detectar tempranamente la infección.
El tratamiento de la tuberculosis
emplea antibióticos como el rifampicina y isoniazida para curar esta
enfermedad, y comúnmente se requieren largos periodos de tratamiento, de hasta
un año.
Últimamente se han detectado brotes de tuberculosis altamente
resistentes a estos antibióticos, por lo que se utilizan además otros
antibióticos alternativos. En cuanto a la prevención, las vacunas, que tienen
efectividad para los niños no proveen de una protección aceptable para los
adultos.